sábado, 1 de abril de 2023

Carcasona, un viaje al pasado

Al sur de Francia, a poco más de 300 km de Barcelona y a 80 km de Toulouse, se encuentra uno de los lugares más singulares del mundo, una puerta a la Edad Media, un viaje a otros tiempos, donde las murallas y los torreones protegían a los pueblos de los enemigos. Pisar sus calles empedradas es, sin duda, una experiencia que el viajero no olvidará.

Conocida como la Cité, Carcasona queda prácticamente en ruinas por el paso del tiempo y todas las batallas libradas entre sus piedras, hasta que el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc la restaura en el siglo XIX. En 1997, es declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Carcasona

Tres kilómetros de murallas y cincuenta y dos torres esperan al visitante en esta Ciudad Medieval. No se permite la entrada de coches, pero la podrás recorrer andando en un día, aunque quedarse a pasar la noche y contemplarla iluminada, también es una experiencia recomendable.


Carcasona, una ciudad en la Edad Media


Romanos y visigodos fortificaron la ciudad, levantaron murallas y torreones para protegerla del exterior y mantener a salvo a sus habitantes. Si nos adelantamos hasta el año 1067, nos encontramos con el vizconde Raimundo Bernardo Trencavel, que se adueña de la ciudad y levanta importantes construcciones, como la Basílica de San Nazario y el Castillo Condal.

Carcasona fue un feudo de los cátaros, hasta que en 1209 Simón de Monfort consigue rendir la ciudad y hace prisionero a Raimundo Roger Trencavel, que se entrega a cambio de que se respete la vida de los habitantes de la ciudad. Trencavel muere en la prisión pocos meses más tarde, aunque también se dice que fue asesinado.

Carcasona

Treinta años más tarde, el hijo de Trencavel intenta adueñarse de la ciudad de nuevo, pero no lo consigue, y en 1247 renuncia definitivamente a Carcasona y a su título de vizconde. Luis IX perdona entonces a quienes apoyaron al derrotado Trencavel, y les permite volver, siempre y cuando se acomoden en la otra orilla del río. Es así como se crea la parte nueva de la ciudad o Ciudad Baja. Actualmente, Carcasona vive principalmente del turismo.


Qué ver en Carcasona

Castillo Condal: Se edifica alrededor del año 1130, por orden de Bernard Anton IV Trencavel. Fue la morada de los vizcondes de la ciudad. A lo largo de los siglos se ha modificado en varias ocasiones, incorporando nuevas torres y fortaleciendo la muralla. Hay que pagar para visitarlo.

Torre de Saint-Nazaire: Esta construcción servía principalmente para defender y proteger la basílica del mismo nombre.

Torre de la Justicia: Fue el refugio de la familia Trencavel, y posteriormente albergó las mazmorras y al Tribunal de la Inquisición.

Museo de la Inquisición: La exposición muestra ilustraciones, documentos antiguos y objetos de tortura.

El Grand Puit o Gran Pozo: Se cuenta que allí ocultaron los visigodos el tesoro de Salomón. Por supuesto, nunca se ha encontrado nada.

En verano, exactamente en el mes de julio, se celebra el Festival de Carcasona, donde podrás ver documentales y espectáculos de música, teatro y danza. Todo ello en el teatro Jean Deschamps. Lleva el nombre de este actor y director francés, que fundó el festival en 1957, y que desde entonces congrega a miles de personas todos los años.


Basílica de Saint Nazaire


Basílica de Saint Nazaire

Hasta 1801 fue la catedral de la ciudad, pero a partir de esa fecha se la reemplazó por la Catedral de Saint-Michel, en la Ciudad Baja. Fue construida entre los siglos XII y XIII, y se restauró en el siglo XIX.


Interior de la Basílica de Saint Nazaire

En su interior resalta el órgano, del año 1637, también la belleza de sus vidrieras y el sepulcro del obispo Pierre de Rochefort, que está enterrado en una de las capillas que ordenó construir.


Puerta de Narbona


Puerta de Narbona

Se considera la puerta más importante de la ciudad. Se construyó durante el reinado de Felipe III de Francia, alrededor del año 1280.


Carcasona en el cine

Carcasona ha sido el escenario ideal para varias películas. En 1968, El león de invierno, con Katharine Hepburn y Peter O´Toole, del director británico Anthony Harvey.

En 1991, Robin Hood: El príncipe de los ladrones, que protagoniza Kevin Costner y dirige Kevin Reynolds. Un año más tarde, Los visitantes, dirigida por Jean-Marie Poiré y protagonizada por Jean Reno y Christian Clavier.

Beatriz Moragues - Derechos Reservados


Para saber más
Oficina de Turismo de Carcasona



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