Al sur de Francia, a poco más de 300 km de Barcelona y a 80 km de Toulouse, se encuentra uno de los lugares más singulares del mundo, una puerta a la Edad Media, un viaje a otros tiempos, donde las murallas y los torreones protegían a los pueblos de los enemigos. Pisar sus calles empedradas es, sin duda, una experiencia que el viajero no olvidará.
Conocida como la Cité, Carcasona queda
prácticamente en ruinas por el paso del tiempo y todas las batallas libradas
entre sus piedras, hasta que el arquitecto Eugène Viollet-le-Duc la restaura en
el siglo XIX. En 1997, es declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Carcasona, una ciudad en la Edad Media
Carcasona fue un feudo de los cátaros, hasta
que en 1209 Simón de Monfort consigue rendir la ciudad y hace prisionero a
Raimundo Roger Trencavel, que se entrega a cambio de que se respete la vida de
los habitantes de la ciudad. Trencavel muere en la prisión pocos meses más
tarde, aunque también se dice que fue asesinado.
Treinta años más tarde, el hijo de Trencavel intenta adueñarse de la ciudad de nuevo, pero no lo consigue, y en 1247 renuncia definitivamente a Carcasona y a su título de vizconde. Luis IX perdona entonces a quienes apoyaron al derrotado Trencavel, y les permite volver, siempre y cuando se acomoden en la otra orilla del río. Es así como se crea la parte nueva de la ciudad o Ciudad Baja. Actualmente, Carcasona vive principalmente del turismo.
Qué ver en Carcasona
Castillo Condal: Se edifica alrededor del año
1130, por orden de Bernard Anton IV Trencavel. Fue la morada de los vizcondes
de la ciudad. A lo largo de los siglos se ha modificado en varias ocasiones,
incorporando nuevas torres y fortaleciendo la muralla. Hay que pagar para
visitarlo.
Torre de Saint-Nazaire: Esta construcción
servía principalmente para defender y proteger la basílica del mismo nombre.
Torre de la Justicia: Fue el refugio de la
familia Trencavel, y posteriormente albergó las mazmorras y al Tribunal de la
Inquisición.
Museo de la Inquisición: La exposición muestra
ilustraciones, documentos antiguos y objetos de tortura.
El Grand Puit o Gran Pozo: Se cuenta que
allí ocultaron los visigodos el tesoro de Salomón. Por supuesto, nunca se ha
encontrado nada.
En verano, exactamente en el mes de julio, se
celebra el Festival de Carcasona, donde podrás ver documentales y espectáculos
de música, teatro y danza. Todo ello en el teatro Jean Deschamps. Lleva el
nombre de este actor y director francés, que fundó el festival en 1957, y que
desde entonces congrega a miles de personas todos los años.
Basílica de Saint Nazaire
En su interior resalta el órgano, del año 1637,
también la belleza de sus vidrieras y el sepulcro del obispo Pierre de
Rochefort, que está enterrado en una de las capillas que ordenó construir.
Puerta de Narbona
Se considera la puerta más importante de la
ciudad. Se construyó durante el reinado de Felipe III de Francia, alrededor del
año 1280.
Carcasona en el cine
Carcasona ha sido el escenario ideal para
varias películas. En 1968, El león de invierno, con Katharine Hepburn y
Peter O´Toole, del director británico Anthony Harvey.
En 1991, Robin Hood: El príncipe de los
ladrones, que protagoniza Kevin Costner y dirige Kevin Reynolds. Un año más
tarde, Los visitantes, dirigida por Jean-Marie Poiré y protagonizada por
Jean Reno y Christian Clavier.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
Para saber más
Oficina de Turismo de Carcasona
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