Situado en las cercanías de la ciudad de
Burgos, el Monasterio de Santa María
Real de las Huelgas, comienza a tomar forma en el verano del año 1180, pero
no será hasta nueve años más tarde cuando finalizará su construcción. Gozó de
privilegios nunca antes concedidos a monasterio alguno de la época.
Es el rey Alfonso
VIII de Castilla y su esposa, Leonor
de Plantagenet, quienes deciden levantar este monasterio, con la intención
de que les sirva de lugar de reposo y también de convertirlo en panteón de
reyes. Sin embargo, había un motivo más. La reina deseaba construir un
monasterio de la Orden del Císter
para mujeres, donde las féminas tuviesen tanto poder y responsabilidad como lo
tenían los hombres en otros monasterios.
La idea no es bien acogida en un principio por
los demás monasterios de la Orden, sin embargo, recibe el apoyo absoluto de la
nobleza y de la iglesia. Los monarcas piden su autorización al Papa Clemente
III, que la concede de inmediato.
El poder del Monasterio de las Huelgas
La abadesa de este monasterio de Burgos, poseía
un poder inmenso. Al ser mujer, tenía absolutamente prohibido decir misa, pero
era la encargada de conceder el permiso a los sacerdotes y obispos para que
pudiesen ejercer su ministerio. Ella solo debía rendir cuentas ante el Papa.
El
Monasterio de las Huelgas goza de unos privilegios superiores a los de otros
monasterios de la época.
El señorío material que se le concede consta de 54 villas, o pueblos, molinos,
tierras y las exenciones fiscales de los derechos de pontazgo,
portazgo y montazgo. Librar al monasterio de estas obligaciones fiscales, era
concederle un favor extraordinario, pues eran muy importantes para la economía
de la Edad Media.
El derecho de pontazgo era un
tributo que debían pagar todas las personas que cruzaban un puente. La cantidad
era mayor o menor, dependiendo de los bienes que llevasen en ese momento y del
lugar donde vivían.
El derecho de portazgo era un
peaje que debía abonarse para caminar por terrenos pertenecientes a la realeza,
por entrar en la ciudad o por acceder a mercados o ferias.
Para transitar con el ganado por
las tierras pertenecientes al rey, también era necesario el pago de una
cantidad. Era lo que se conocía como el derecho de montazgo.
Estos privilegios se mantuvieron
hasta el siglo XIX, fecha en que el Papa Pío IX los derogó.
Claustro del Monasterio de las Huelgas |
Personas enterradas en el Monasterio
de las Huelgas
Uno de los principales motivos por los que Alfonso
VIII ordenó construir el Monasterio de las Huelgas, fue por su deseo de ser
enterrado en él, junto a su mujer, Leonor de Plantagenet, y además convertirlo
en un panteón de reyes. Algunos de los personajes de la nobleza que descansan
en este monasterio son:
- Enrique I de Castilla, hijo de los propios reyes, que falleció a la temprana edad de trece años.
- Leonor de Castilla, reina de Aragón.
- El hijo de Alfonso X el Sabio, Fernando de la Cerda.
- Sancho de Castilla, hijo del arzobispo de Toledo, Fernando III el Santo.
- María Ana de Austria, una de las abadesas más conocidas del Monasterio de las Huelgas, e hija de Don Juan de Austria.
- Blanca de Portugal, hija de Alfonso III de Portugal y nieta de Alfonso X el Sabio.
- María de Aragón, hija de Jaime II de Aragón.
Son muchos más los sepulcros y enterramientos
que el visitante podrá encontrar en el Monasterio de las Huelgas de Burgos, sin
duda, el cenobio femenino más poderoso e influyente perteneciente a la Orden
del Císter.
Beatriz Moragues - Derechos Reservados
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