lunes, 22 de mayo de 2017

Viajar a Toledo: 5 hoteles situados en el centro histórico

Las calles de Toledo huelen a historia, a convivencia de culturas, al arte del damasquinado. Su riqueza monumental y su valor histórico la hicieron merecedora de ser ciudad Patrimonio de la Humanidad. No existe mejor modo de sentir la magia de esta villa monumental, que pernoctando en alguno de estos alojamientos turísticos llenos de historia y  encanto.


Hotel Fontecruz Toledo


Ubicado en el que fuera palacio de vacaciones de la Emperatriz Eugenia de Montijo, el Fontecruz es un elegante hotel de cinco estrellas situado en pleno centro histórico, a tan sólo 200 metros de la catedral.

Decorado con alfombras hechas a mano y muebles de época, cuenta con 40 habitaciones y  suites, gimnasio y un spa donde poder disfrutar de tratamientos de salud y belleza.



Este hotel de lujo dispone de un bar especializado en coctelería y un restaurante con cocina de autor y productos de la tierra, además de salas para eventos sociales y empresariales.

El arte, la historia y la cultura se respiran en cada rincón de este antiguo palacio toledano que conserva alfarjes de los siglos XIV y XVI, y restos romanos del siglo I.


Hotel Sercotel Pintor El Greco


En el histórico barrio judío de Toledo, a escasos cincuenta metros del Museo del Greco y aprovechando una antigua tahona del siglo XVII, encontramos el Hotel Pintor El Greco, perteneciente a la cadena Sercotel.

Con una decoración que combina lo clásico con lo moderno, este singular hotel de cuatro estrellas, cuenta con 56 habitaciones equipadas para ofrecer todas las comodidades posibles al viajero. Los clientes que quieran viajar acompañados de sus mascotas, también podrán alojarse en este pintoresco hotel, previa reserva y pagando un pequeño suplemento diario.



El único inconveniente de este hotel es que no dispone de restaurante, aunque sí de bar y desayuno buffet.

Del antiguo edificio se ha conservado la fachada, así como un precioso patio interior con fuente central. Con el sonido del agua manando de esta fuente, el visitante puede cerrar los ojos y viajar en el tiempo cuatro siglos atrás, cuando el olor a pan cocido en horno de leña inundaba de deliciosos aromas este barrio judío.


Hotel Abad de Toledo


A escasos metros de la plaza del Zocodover y con vistas a la Vega Baja del río Tajo, se encuentra este hotel con encanto que conjuga a la perfección historia y modernidad. Situado en una antigua herrería del año 1815, las vigas de madera y las paredes de piedra se combinan con mobiliario de líneas puras en madera noble y telas en tonos caldera, anaranjados y azules.



Se trata de un hotel tranquilo de tres estrellas, pues apenas dispone de 22 habitaciones, que cuenta con parking, wifi gratuito y un pequeño bar donde tomar un refrigerio después de una intensa jornada recorriendo la ciudad.


Hotel María Cristina


Aunque no se encuentra en el mismo centro histórico, sino próximo a éste a través de la Puerta de Bisagra, merece la pena destacar el Hotel María Cristina, que se ubica en un palacio con ábside mudéjar. Su primitiva construcción se remonta al siglo XV, cuando acoge el Hospital de San Lázaro. Durante su historia este lugar también fue un orfanato, si bien debe su nombre a la reina María Cristina, quién lo habitó durante un tiempo.

Este hotel de tres estrellas dispone de 73 habitaciones de estilo clásico y castellano, que conjugan la historia con la comodidad y el descanso.  De entre todas ellas destaca la “Habitación Imperial”, una de sus junior suite, que presenta una forma redonda y abovedada muy singular.

El hotel acoge el restaurante El Ábside, uno de los más famosos y elegantes de todo Toledo, en el que el viajero podrá degustar platos típicos de la gastronomía castellana y también internacional. Posee dos salones, uno de estilo mudéjar y otro mozárabe.


Hotel Hacienda del Cardenal


Ubicado en un auténtico palacio toledano del siglo XVIII que en su día perteneció al Cardenal Lorenzana, se encuentra el Hotel Hacienda del Cardenal, que cuenta con 27 habitaciones orientadas al norte y repartidas en dos plantas.

El hotel, rodeado de murallas en pleno casco histórico, se sitúa en la parte alta del jardín, encontrándose la recepción en el antiguo zaguán del palacio, en el que se puede observar el escudo familiar.



El viajero encontrará en la Hacienda del Cardenal, no solo un lugar de descanso, sino también un lugar para entregarse a los placeres gastronómicos. Su restaurante es famoso por ofrecer los mejores asados de cochinillo y cordero elaborados como antaño, empleando para ello hornos de madera de encina.

Destacan también las salas destinadas a restauración, que conservan la decoración de este antiguo palacio toledano y sus hermosos jardines, en los que el visitante podrá comer o disfrutar de su zona chill-out. Y para tomar un tentempié, el hotel dispone de una encantadora taberna en la que ofrece una atractiva selección de raciones y tapas típicas de la zona.

Olga Fuentes - Derechos Reservados


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