martes, 7 de junio de 2016

Parque Nacional de Garajonay, Patrimonio de la Humanidad

Hace millones de años durante la era conocida como el Terciario, un tapiz de color verde intenso dominaba toda la cuenca mediterránea. Frondosos bosques, siempre vivos y húmedos, se alzaban sobre el paisaje dando origen a la vida.
Cambios climatológicos muy extremos dieron inicio a una nueva etapa geológica conocida como el Cuaternario, era en la que nos hallamos hoy en día. Esta variación en el clima propició la desaparición de las grandes extensiones de masas boscosas.
El Parque Nacional de Garajonay es uno de los escasos testigos vivos de aquellos primitivos bosques, ya extinguidos de toda Europa. La singularidad de Garajonay motivó que la UNESCO lo declarara Patrimonio de la Humanidad en el año 1986.

Parque Nacional de Garajonay


Garajonay, el tesoro de La Gomera


Impresionantes barrancos, verdes valles y abruptos acantilados dominan el horizonte de esta pequeña isla volcánica de apenas 378 kilómetros cuadrados de superficie.

La Gomera es también conocida como la “isla colombina”, debido a que en el año 1492 Cristóbal Colón realizó una parada en el puerto de la capital en su camino hacia el nuevo mundo, recibiendo la bendición en la Iglesia de la Asunción.
El Parque Nacional de Garajonay, es por sus peculiaridades ecológicas el legado más valioso que los gomeros han recibido de sus antepasados. Hoy día es uno de los mayores atractivos turísticos de esta isla atlántica, que cuenta entre sus símbolos naturales con el viñátigo, árbol propio de Garajonay; y la paloma rabiche, una de las especies más representativas de la fauna isleña.


La excepcionalidad de Garajonay


En la actualidad es difícil encontrar en nuestro planeta, aquellos bosques húmedos y llenos de vida que existieron hace más de veinte millones de años. Es por ello que el Parque Nacional de Garajonay se ha convertido en un ejemplar de bosque de laurisilva casi único.
Los bosques de laurisilva se encuentran en áreas situadas en el límite de las zonas templadas con las tropicales. Cualquier amante de la naturaleza que desee conocer este tipo de bosques, deberá viajar a alguno de los archipiélagos del Atlántico norte conocidos como de la Macaronesia. Y es que extensiones boscosas de laurisilva forman parte del paisaje exclusivamente de las Islas Canarias, Madeira y las Azores.

Bosque encantado. Parque Nacional de Garajonay. La Gomera
Bosque encantado

El bosque de laurisilva canario


Adentrarse en la espesura de Garajonay hará que el visitante se sienta protagonista de un mundo mítico y fantástico. La magia convierte en vida cada espacio del parque, y cualquier rincón es el lugar idóneo para que elfos, hadas y duendes salgan al encuentro del caminante, o para que los majestuosos árboles llenos de musgo cobren vida y le atrapen entre sus ramas.
Esta área boscosa cuenta con una temperatura media de entre 15 y 19 grados que impide la formación de heladas. Los vientos alisios mecen suavemente el follaje de la vegetación del parque, y sus raíces y hojas reciben de forma constante la llamada “lluvia horizontal”, precipitaciones apenas perceptibles que tienen su origen en las brumas y nublos que cubren el cielo de Garajonay.

Bosque de laurisilva. Parque Nacional de Garajonay

Los bosques de laurisilva están formados por especies arbóreas de la familia de las lauráceas, como el loro, que el turista reconocerá mejor por el nombre de laurel; el viñatigo y el barbuzano. En las zonas donde la altura sobre el nivel del mar es menor, y antes de aparecer las pinadas, se encuentra el conjunto arbustivo de Fayal-Brezal, formado por especies como el brezo o la faya.
Las formaciones de laurisilva son también conocidas como “Monteverde”, y es que además de las especies arbóreas citadas con anterioridad, la humedad permanente que domina el parque da origen a un hábitat donde hiedras, zarzaparrillas o musgos cubren el suelo y el tronco de los árboles con un verde y húmedo tapiz.


La visita al Parque Nacional de Garajonay


Dentro del municipio de Agulo, en el lugar conocido como “Juego de Bolas”, se alza el centro de visitantes del Parque Nacional de Garajonay, un lugar idóneo para conocer el parque antes de que el viajero emprenda la aventura de adentrarse en la espesura del bosque.
El edificio construido según la arquitectura tradicional canaria, cuenta con tres salas de exposiciones donde el turista dispone de amplia información botánica y etnográfica, tanto del parque como de la isla de La Gomera.


El jardín que rodea al centro de visitantes, cuenta con una representación de la flora endémica de la isla y plantas de uso domestico y medicinal, que sorprenderá a los amantes de la botánica.
Las formaciones geológicas de Los Roques o Los Órganos, declarados monumento natural, así como el tradicional medio de comunicación oral conocido como el “silbo gomero”, son otros de los tantos atractivos que hacen de Garajonay un lugar mágico.
Olga Fuentes - Derechos Reservados


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