En pleno centro de la emblemática ciudad de Úbeda, declarada
Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, se puede encontrar este mágico lugar
de origen sefardí. Durante los días más largos del año, coincidiendo con el
cambio de estación y la llegada del verano, tiene lugar un espectacular
acontecimiento en el que los rayos del sol se proyectan sobre la sala de baño o
mikvé. Algo que solo ocurre en ese
momento del año y cuyo origen se remonta a siglos atrás como parte de ceremonias rituales judías llenas de simbolismo.
La Sinagoga del Agua
Poco imaginaba un promotor inmobiliario allá por el año 2007
la maravilla que estaba a punto de descubrir. Durante las tareas de desescombro
para la construcción de unos apartamentos, se produjo el hallazgo de este
espectacular legado de la cultura sefardí. Afortunadamente para todos nosotros,
el empresario quedó tan admirado por el descubrimiento, que decidió cancelar su
proyecto inicial, y se dispuso a acabar de recuperar y sacar a la luz los
restos de esta maravilla arquitectónica.
Se estima que la sinagoga pudiera ser anterior al siglo XIV,
y aunque no se han podido recuperar todas las estancias, al menos siete han
sido rescatadas de la tierra y del olvido para poder ser visitadas, hecho que
tiene lugar desde el año 2010.
Bodega de la Sinagoga del Agua |
Aunque se puede pensar que su función era exclusivamente ser
lugar de culto y oración, las sinagogas se convertían en el centro de la vida
social y espiritual de la comunidad sefardí, quienes utilizaban el recinto para
celebrar reuniones, dedicarse al estudio y también a la enseñanza de la lengua
y la cultura hebrea.
Estructurada en torno a varios espacios y estancias unidos por diversos corredores situados a distintos niveles bajo la estructura
del edificio, uno de los espacios más significativos de toda sinagoga es el mikvé o baño ritual. Se trata de un lugar
destinado al baño purificador. Dispuesto a modo de caverna, cuenta en el centro
con una pequeña alberca que se nutre de las aguas subterráneas que manan
durante todo el año. El mikvé era utilizado tanto por hombres como por mujeres,
si bien la ley judía marca que son las mujeres quienes deben realizar más
frecuentemente estos actos de purificación: al finalizar la menstruación y
antes de volver a mantener relaciones maritales, tras un parto y antes de
contraer matrimonio, son algunos de esos momentos.
Es posible también descubrir un poco más del pasado de este
edificio y de nuestra historia a través de las pinturas, documentos, cerámicas
y otros elementos arquitectónicos y decorativos que el viajero podrá encontrar en
el interior de esta sinagoga, en la que también cabe el misterio. Dicen que al
atravesar la llamada Puerta del Alma, se nota una energía distinta, una fuerza
telúrica capaz de doblar las varas de metal que empleaban los zahoríes.
El solsticio de verano en la Sinagoga del Agua
Tal es la repercusión que ha tenido la espectacularidad del
momento del solsticio en la Sinagoga, que durante las fechas en las que tiene
lugar, se programan distintas actividades culturales. Quienes no quieran
perderse ese momento único, podrán reservar su entrada, pues tan solo un número
reducido de personas tendrá acceso a esta sorprendente edificación.
El origen de este espectáculo de luz, magia y color, se
remonta a tiempos pretéritos cuando las antiguas civilizaciones celebraban, por
medio de rituales, los diversos fenómenos astrológicos que tenían lugar a lo
largo del año. En este caso, con la llegada del solsticio de verano, cuando
tienen lugar los días más largos y las noches más cortas, las culturas paganas
festejaban el final de las cosechas, mientras que la cultura cristiana celebra
la noche de San Juan.
El acontecimiento único que tiene lugar en el interior de la
Sinagoga del Agua funciona como el reloj de sol más preciso del mundo. Cada año
y en la misma fecha, un rayo de sol entra en el interior de la edificación
hasta alcanzar la mikvé, y tras tocar el agua e iluminar por completo ese
espacio subterráneo, vuelve a desaparecer devolviendo todo el
espacio a la oscuridad en la que se encontraba tan solo unos minutos antes.
Visitar la Sinagoga del Agua
La Sinagoga es un espacio privado que solo puede visitarse en
grupos reducidos y acompañados por un guía. Las visitas tienen una duración de
unos 30 minutos y se debe pagar una tarifa para poder acceder al recinto.
Esta emblemática construcción cuenta también con sus
detractores, quienes afirman que lo que allí se muestra tiene más que ver con la
mano del hombre moderno en su afán de ganar dinero a través de este reclamo
turístico, que no de quienes vivieron en Úbeda siglos atrás. Sea como fuere, lo
cierto es que la Sinagoga del Agua es un lugar asombroso lleno de magia y
encanto.
Úbeda ofrece al visitante un enorme patrimonio fruto
de ese pasado en el que un día cohabitaron las tres culturas: cristiana,
musulmana y hebrea, y junto a la vecina población de Baeza, está declarada
Patrimonio de la Humanidad.
Olga Fuentes - Derechos Reservados
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